La rosa mustia

Cayó del estante el libro
abriéndose en abanico,
como ave que deja el nido
y al no volar cae al piso.

Sus hojas amarillentas...
deshilachada cubierta...
mostraban perdida cuenta
de un tiempo sin ser abierta.

Los vestigios se agolparon
queriendo salir primeros
y solo se atropellaron
en el umbral del recuerdo.

Levanté el viejo tesoro,
herido en nube de polvo,
y noté el deterioro...
una rosa  y los despojos.

La mustia rosa me habló
de aquel amor mutilado,
que la crueldad alejó...
pero residuos quedaron.

Tomé la flor ya sin vida...
la ubiqué para que duerma...
dejándola protegida
entre papel...y poemas.

Al estante volvió el libro...
los recuerdos se calmaron
y yo seguí mi camino...
sin lamentar el pasado.